La Organización mundial de Agricultores (OMA) se ha afiliado a un comité internacional que promueve los intereses de las cooperativas.
La OMA se ha afiliado al Comité para la Promoción y el Desarrollo de las Cooperativas (COPAC), el cual tiene representantes que van desde la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura, la Alianza Cooperativa Internacional, la Organización Internacional del Trabajo y las Naciones Unidas.
Sus miembros trabajan juntos en igualdad de condiciones para promover y coordinar el desarrollo sostenible de las cooperativas promoviendo y aumentando el conocimiento sobre las cooperativas, favoreciendo el diálogo político y promoviendo políticas que permitan el éxito cooperativo, todo ello trabajando juntos en actividades cooperativas técnicas y compartiendo información y conocimiento.
La misión de la OMA es reunir a las organizaciones nacionales de productores y cooperativas agrícolas para crear programas y abogar por los agricultores, así como mejorar la situación económica y las vidas de los productores, su familias y comunidades.
El año pasado la Asamblea General de la OMA apoyó una declaración sobre las cooperativas que decía que este modelo empresarial permite que los agricultores tengan voz.
El sector agrícola representa el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial; involucra cinco mil millones de hectáreas de terreno (1,5 terreno agrícola y 3,4 para criadores); y tiene un mercado laboral de 1,3 mil millones de personas. La agricultura es vital para 3,4 mil millones de personas del medio rural que se ganan la vida a través de la agricultura, es decir, un 49% de la población mundial.
El sector agrícola se enfrenta a muchas dificultades como la volatilidad de precios, la especulación financiera del mercado agrícola y la falta de inversión. Además, según la OMA, los responsables políticos no están comprometidos a tomar decisiones para apoyar y proteger a un sector cada vez más vulnerable ante el impacto negativo que tienen los agentes externos.
Según la OMA, las cooperativas juegan un papel muy importante al ofrecer una gran variedad de servicios a los agricultores tales como la formación en la gestión de los recursos naturales y el acceso a la información y tecnología.
La declaración de la Asamblea General ha añadido que: “Para lograr su misión y asegurar una independencia completa, las organizaciones rurales deberían ser creadas y administradas por los propios agricultores acorde a sus necesidades. Aun así, considerando su papel en el contexto económico y social nacional, los gobiernos deberían promover políticas para impulsar la creación de organizaciones independientes de agricultores y cooperativas”.
“Las políticas deberían formularse dirigiéndose a los agricultores y al sector alimentario, en vez de a las organizaciones, y deberían responder a la necesidad de reducir la burocracia, reglar la relaciones en la cadena alimentaria, facilitando así el acceso a la información y la formación y a las normas internacionales del comercio internacional”.
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