Por: Daniela Burlo, Contable licenciada por la Universidad de Malta, y Peter J Bakdacchino, Jefe del Departamento de Contabilidad de la Universidad de Malta
La cooperativa y la sociedad de responsabilidad limitada (SRL) son dos modelos corporativistas que han existido en paralelo en varias economías, incluida la del estado europeo de la isla de Malta. Sin embargo, como en otros lugares, en Malta las ideas equivocadas son muy corrientes, actuando como una barrera para los promotores de empresas cuando deciden cuál es el modelo más adecuado para su actividad empresarial. Esto se evidencia claramente ante el alto número de SRLs que en comparación con las cooperativas activas existen en la economía maltesa, lo que significa que se necesita clarificar las ventajas relativas de los dos modelos empresariales.
Para este propósito, la Universidad de Malta realizó un estudio en 2013 entre los representantes de las cooperativas maltesas y los expertos de las corporaciones. El estudio analizó las ventajas desde cuatro perspectivas diferentes: la regulación, la gobernabilidad corporativa, el equilibrio comercial y social y las perspectivas culturales.
Los resultados, resumidos en el diagrama de arriba, indican que el modelo de SRL está percibido por promotores de puesta en marcha como la más ventajosa de las perspectivas regulatoria y de gobernabilidad corporativa y cultural y, por lo tanto, es más atractivo particularmente para los accionistas con actitud individualista. A pesar de que tiene fuertes limitaciones en una serie de puntos, el modelo cooperativo se propone alcanzar una posición dentro de un entorno que no le permite alcanzar su potencial.
El modelo cooperativo está considerado mejor por su objetivo de equilibrar los valores sociales y económicos. Por lo tanto, la justificación que en última instancia dan aquellas entidades maltesas que escogen el modelo cooperativo es la de atraer los valores sociales en la ecuación empresarial, tales como priorizar el elemento humano antes que el capital e incluir los principios cooperativos. En general, y a pesar de estar reconocido como muy exitoso desde el punto de vista social, la cooperativa no es percibida como un modelo que está de moda: los distintos objetivos, funciones y enfoques entre los modelos limitan con demasiada frecuencia la selección final por la preferencia hacia los aspectos relacionados con la regulación, la gobernabilidad corporativa y las ventajas culturales.
Una de las recomendaciones del estudio es reformar la estructura regulatoria cooperativa más restrictiva.
Foto: Daniela Burlo
