Un grupo de mujeres agricultoras de Menzel Mhiri, en el centro rural de Túnez, se unieron y formaron una cooperativa a través de la cual comercializaban su harissa bajo el nombre comercial "Errim".
La sociedad cooperativa "Tahadi" ha crecido hasta incluir a 150 mujeres como miembros que ganan dinero produciendo e incluso exportando sus conocimientos ancestrales. Formar la cooperativa ayudó a las mujeres a ser reconocidas como productoras locales. Recibieron una formación en relación a los aspectos técnicos, higiénicos y comerciales de su empresa. Desde hace dos años, comercializan harissa bajo el nombre comercial 'Errim', que significa gacela pequeña, símbolo de la belleza femenina en árabe.
Tahadi tiene ahora 164 personas trabajando en ella y es una de las primeras organizaciones del país en la que trabajan exclusivamente mujeres rurales locales bajo un sistema de rotación. Tienen un laboratorio donde trituran, amasan y rellenan la pasta roja.
La cooperativa ha proporcionado empleo rural y algunas mujeres trabajan desde casa secando los pimientos en los techos de sus casas. Una de sus miembros, la Sra. Dhifla explicaba cómo el trabajo ha dado a las mujeres un cierto grado de autonomía, aumentando su confianza y permitiéndoles avanzar.