Contra el viento y las mareas: las cooperativas de mujeres de Palestina

14 Oct 2015

Por Baly Iyer, director regional de la Alianza Cooperativa International para la Asia y el Pacífico

Nos entusiasmamos cuando comenzamos nuestro viaje en West Bank en Palestina. El día anterior durante el taller sobre cómo aumentar el papel de las mujeres en las empresas cooperativas organizado para la Alianza Cooperativa Internacional para Asia y el Pacífico (ICA-AP), We Effect , el Centro para el Desarrollo Económico y Social de Palestina (ESDC), presentó algunas estadísticas sobre las mujeres que no eran muy optimistas. Mientras que las mujeres representan un 49,2% de la población de Palestina, su porcentaje en el mercado laboral era solo un 19,4%. El desempleo entre las mujeres era un 38,9% y entre las mujeres con más de 13 años de educación o más era un 48,7%. Además, el estudio sobre el impacto social económico de las cooperativas en la región West Bank había concluido que el porcentaje de las mujeres en las Asambleas Generales de las cooperativas  era solo un 15% y solo un 16% de las cooperativas son cooperativas de mujeres.

El taller estuvo centrado en aumentar el papel de las mujeres en las empresas cooperativas para subrayar las cooperativas palestinas gestionadas por las mujeres. Se reunieron ministros, agencias de desarrollo internacional y cooperativas de Palestina e internacionales, para discutir los problemas y compartir experiencias.

La visita actual a las cooperativas de mujeres comprobó que las estadísticas no cuentan la verdad. Morhaffa de la Cooperativa Bezaria, Khetam Suleiman de la Cooperativa Beita y Fatima Awatlah de la cooperativa Al Noemeh comprobaron la diferencia que las cooperativas hacían proveyendo un ingreso y oportunidades de empleo y también para responder a las necesidades sociales y mostrar liderazgo. El supermercado administrado por la cooperativa Bezaria tuvo beneficios de 133.030 dólares el año pasado, empleó 22 mujeres y benefició a 417 familias. Aunque se formaron como un grupo desorganizado en 2005, a través del apoyo que recibieron de ESDC, se organizaron, fusionaron tiendas e hicieron crecer la empresa. La cooperativa tiene ahora 110 miembros, un capital de 62.900 y un valor de 192.000 dólares. Paga dividendos y ofrece otros beneficios para sus miembros.

Según Morhaffa, la presidenta de la cooperativa, que también es miembro de la junta de ESDC, “la cooperativa ofrece a las mujeres un espacio fuera de sus casas. Esto es muy importante teniendo en cuenta nuestra situación. Queremos aumentar nuestro edificio, no solo la empresa, sino los servicios sociales y la cuidad para las personas discapacitadas y alquilar el espacio para actividades de la comunidad.” Las mujeres de ciudades vecinas visitan Bezaria para aprender y comenzar su propia cooperativa. Un reflejo de la cooperación entre las cooperativas.”

El espíritu empresarial de las mujeres de la cooperativa Beita fue evidente cuando entramos en su oficina. Los miembros empaquetan jabón de aceite de oliva y ponen con orgullo etiquetas con la marca Palestina.

Cuando comenzó en 2008 la cooperativa estaba centrada en la agricultura y el procesamiento de los alimentos. Trató de desarrollar una tienda y vender productos de carne de ave antes de decidir fijarse en la producción de jabón.  Según Khetam Suleiman, “hacer jabón fue una idea menos arriesgada. Es un producto tradicional, la producción de jabón es algo familiar y crea más oportunidades para las mujeres. Las otras mujeres del grupo añadieron: “nos dimos cuenta de que para crecer teníamos que adquirir más habilidades, experimentar con más ingredientes, enfocarnos en la calidad y hacer el embalaje más atractivo. Así nació la marca Palestina. La cooperativa vende el jabón y también produce jabón para vendedores privados”.

La primera cosa que uno observa cuando entra a la cooperativa Al Noemeh para el Desarrollo Rural son las línea de ordenadores. La cooperativa ofrece formación para que las mujeres sepan utilizar los ordenadores. Esta cooperativa, que fue creada en 2000, también pasó por un proceso de aprendizaje, habiendo invertido en muchas actividades antes de decidir fijarse en la tienda cooperativa. Un servicio único que la cooperativa ofrece a sus miembros es la oportunidad de pagar y recargar sus tarjetas para electricidad. Más de 400 familias utilizan este servicio y la cooperativa dice que ha ayudado a ahorrar 31.405 dólares y 3.744 horas. Según Fatima, la presidenta de la cooperativa, es la única que provee este servicio a sus miembros y la comunidad.

En su informe, Construir Conexiones, Hacia una Estrategia y Políticas para dar poder a las Mujeres Palestinas, UN Mujeres recomienda fortaleces las cooperativas y las iniciativas cooperativas desarrolladas por las mujeres. Estas recomendaciones también resuenan con el informe de la Alianza y la OIT, Avanzar hacia la igualdad de género: de una manera cooperativa.

El entusiasmo fue palpable y la interacción con las cooperativas de mujeres no decepcionó.

Foto: las mujeres de la Cooperativa Al Noemeh