
El ODS 5 está dedicado a la equidad de género, pero ¿qué están haciendo las cooperativas de las distintas regiones para empoderar a las mujeres y hacer realidad este objetivo? Desde las cooperativas de argán marroquí y de artesanía india hasta las propulsoras del cambio ecológico en Uruguay y del reciclaje creativo de textil en la India, presentamos a cuatro cooperativas femeninas que están acelerando la acción en favor de las mujeres, de la comunidad y del planeta.
While SDG5 focuses on gender equality, how are cooperatives in different regions empowering women and working towards making this a reality? From argan co-ops in Morocco and in artisans in India, to agents of ecological change in Uruguay and textile upcycling in India, here are four women’s co-ops accelerating action for themselves, their communities and the planet.
El árbol del argán es endémico del valle de Sousa, al suroeste de Marruecos, y de la región de Tinduf, al suroeste de Argelia. Puede llegar a medir hasta 10 metros y vivir unos 200 años. Sus semillas pueden tostarse y triturarse para extraer el aceite, un producto de lujo que se vende en todo el mundo. El aceite de argán se produce mayoritariamente en cooperativas.
La unión de cooperativas Tissaliwine (UCFA), fundada en 1999 en Agadir (Marruecos) se formó a partir de cuatro cooperativas y ha tenido un papel importantísimo en la inclusión económica de las mujeres rurales, al permitirles vender sus productos cosméticos de aceite de argán a través de la tienda virtual de UCFA Tissaliwine. La unión se ha expandido a 18 cooperativas, formadas por 1200 mujeres de seis provincias distintas, que gozan de un empleo estable y de independencia económica.
«La cooperativa ofrece a las mujeres empoderamiento económico, capacitación y formación», explica la directora de Tissaliwine, Jamila Idborouss, quien añade que las mujeres se han servido de las cooperativas para adquirir capacidad decisoria dentro de sus hogares, lo que mejora la equidad de género en las zonas rurales y aumenta el bienestar de las familias.
«[Al trabajar juntas] se refuerzan las capacidades de las mujeres», señala, «y se nos garantiza una nueva generación de cooperativas», que es un elemento esencial para abordar los problemas medioambientales, como el cambio climático, la deforestación y la gestión sostenible de los bosques de argán de Marruecos.
Algo similar sucede en la India con Looms of Ladakh, una marca ética que se describe a sí misma como «una marca de lujo sostenible, de la granja a la moda, creada por pastoras artesanas, que combina diseño y tradición para ofrecer una alternativa ante los retos ecológicos y éticos a los que se enfrenta la industria de la moda en todo el mundo».
La cooperativa de mujeres Looms of Ladakh Women Cooperative Ltd., creada en 2017, está presente a día de hoy en 15 municipios y trabaja con más de 250 artesanas en la producción de chales de pashmina, estolas y ropa de lana indígena. En el ejercicio 2022-2023, la cooperativa alcanzó una facturación anual de 70 000 USD y tiene colaboraciones con la división de Bienestar de veteranos de guerra de la India y con la sociedad cooperativa de comercialización de productores de pashmina de Changthang. En septiembre, las pastoras artesanas que la integran se reunieron en la 7 Junta General Anual de la cooperativa, donde constataron que los beneficios de las actividades de tejido, tinte y confección habían aumentado de 3000 Rs a 15 000 Rs mensuales.
Según su declaración de principios, el objetivo de la cooperativa es «desarrollar las habilidades de la primera generación de tejedoras de pashmina de Ladakh y construir talleres descentralizados en sus aldeas», y añade que «los materiales se obtendrán de forma ética y de acuerdo con las antiguas prácticas culturales y ecológicas de pastoreo y artesanía».
El impacto ecológico es un tema recurrente en muchas cooperativas de mujeres, tanto si es el objetivo de la organización como si no. Este es sin duda el caso de GEVI Consultants, una cooperativa de mujeres uruguayas dedicada a la promoción de una economía verde e inclusiva.
«Nuestra visión es que se nos reconozca como líderes en la promoción de acciones sostenibles y en la gestión de buenas prácticas para la transformación de empresas y organizaciones», explican, «lo que impulsará e incentivará el desarrollo productivo y el tejido social hacia una economía verde e inclusiva».
Su misión, añaden, es convertirse en «un agente del cambio en la transición a un planeta más verde», y para ello prestan servicios de consultoría y formación que facilitan la incorporación de prácticas sostenibles en organizaciones locales, nacionales e internacionales.
También participaron en el proceso de incubación de cooperativas 2024 organizado por INCUBACOOP, un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el Instituto Nacional del Cooperativismo (INACOOP) y la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (CUDECOOP). En la actualidad, la entidad está trabajando en proyectos relacionados con el desarrollo sostenible, la economía circular, la mitigación y adaptación al cambio climático, la gestión de residuos y la producción y el consumo sostenibles.
En Ucrania, la cooperativa Resew se describe a sí misma como una «cooperativa de costura queer-feminista centrada en el feminismo queer interseccional, el activismo medioambiental y la justicia económica». Esta iniciativa femenina nació en Kiev en 2016 y promueve la reparación y el reciclaje de prendas, al tiempo que fomenta estilos de vida respetuosos con el medio ambiente y ropa accesible para las personas trans y no binarias. Tras el estallido de la guerra en 2022, sus integrantes desplazadas se reorganizaron para ofrecer trabajo estable y recaudar dinero para ayuda humanitaria, al tiempo que reciclaban uniformes militares para convertirlos en ropa de uso diario.
También fomentan la educación cooperativa mediante un juego de mesa que simula situaciones cooperativas del mundo real.
«El juego de mesa Sewing Cooperative (cooperativa de costura) fue creado por la artista y activista Tonya Melnyk. Hace más de 10 años, su sueño de crear una cooperativa de costura dio lugar a este juego y, en los años siguientes, fue añadiendo su experiencia en cooperativas reales a sus aventuras», declara la organización. «El juego es como la vida misma: a veces es difícil, a veces es cuestión de suerte, pero juntas podemos conseguir cualquier cosa».