Entrevista con Hyungsik Eum, autor del Segundo Informe Global sobre "Cooperativas y Empleo" publicado por CICOPA. Es el nuevo coordinador de estrategias y estadísticas de la Alianza Cooperativa Internacional y analista de datos en CICOPA, la organización internacional para las cooperativas de industria y servicios.
Sabemos por un informe de CICOPA que las cooperativas proporcionan empleo al 10 % de la población activa mundial. ¿Qué diferencia supone más allá de este número?
En el segundo Informe sobre el empleo (2017), estimamos que los puestos de trabajo creados en las cooperativas (empleados y trabajadores asociados) ascendían a unos 27 millones, y las personas que trabajan en cooperativas o por medio de ellas (principalmente cooperativas de productores) a 252 millones. Esto significa que alrededor del 10 % de la población activa trabaja en cooperativas o por medio de ellas. Sin embargo, esto significa también que, en la mayoría de los casos, las cooperativas son una herramienta para la propia creación de trabajo y empleo, más que un simple lugar de trabajo.
Aunque sería muy difícil hacer afirmaciones de carácter general más allá de las cifras, basándonos en nuestras observaciones y en la información disponible, podemos decir que "el empleo cooperativo tiende a ser más sostenible en el tiempo, a sufrir menos desigualdad de ingresos, a caracterizarse por una mejor distribución entre las áreas rurales y urbanas, y a disfrutar de un mayor nivel de satisfacción e identidad propia en el trabajo que la media. Por otro lado, las cooperativas también están siendo un gran laboratorio que experimenta con formas de trabajo y con relaciones laborales dentro de la empresa innovadoras y sostenibles". (Documento estratégico de CICOPA sobre el Futuro del trabajo). Personalmente, añadiría otro punto. Yo diría que las cooperativas tienen diferentes sentidos y formas de "trabajar". En las cooperativas de trabajo asociado, los trabajadores asociados tienen el sentido de ser dueños de sus propios empleos y lugares de trabajo. En cuanto a los empleados de los diferentes tipos de cooperativas, es difícil generalizar su sentido del trabajo, pero descubrí que, en las cooperativas bien gestionadas, los empleados comparten más el sentido de familia o amigos con los miembros de la cooperativa con los que trabajan. Los socios productores que utilizan las cooperativas para sus propios negocios o actividades de producción tienen diferentes sentidos sobre el papel de las cooperativas en su trabajo y empleo, pero las cooperativas proporcionan más sentido de comunidad en sus áreas locales más allá del trabajo y el empleo. (Puede ver más detalles en el primer Informe sobre el empleo, págs. 55 - 79).
¿Cuáles son las tendencias clave que pueden influir en el Futuro del Trabajo?
Según los expertos, existen muchas tendencias clave que afectan al Futuro del Trabajo. En su documento estratégico, CICOPA se centra en cuatro categorías de temas interrelacionados: 1) el cambio tecnológico y la economía del conocimiento; 2) el cambio de las tendencias demográficas, sociales y ambientales; 3) la globalización y la desindustrialización, y 4) el impacto de la reorganización del trabajo en las condiciones de trabajo, la desigualdad y la protección social. Creemos que las cooperativas industriales y de servicios podrían ser la respuesta a estos problemas en cierta medida.
¿Es la automatización una amenaza real o podría traer nuevas oportunidades para las cooperativas?
Tenemos que distinguir entre diferentes tipos de cooperativas. Para las cooperativas de consumo, las cooperativas financieras y otras cooperativas de usuarios, la automatización sería una buena oportunidad para mejorar sus servicios a los miembros. Es más, si estas cooperativas no adoptaran la automatización para ciertos servicios, podrían perder su competitividad en el mercado. Sin embargo, la elección de la automatización traería problemas difíciles que afectarían a sus empleados. La situación no es tan diferente a la de las empresas convencionales. Las cooperativas tendrían que encontrar soluciones óptimas entre la defensa de los intereses de los socios y los de los trabajadores. Para las cooperativas de trabajo asociado, las estrategias pueden ser diferentes. Los trabajadores asociados no siempre estarían contentos con la automatización que podría amenazar directamente sus puestos de trabajo. No obstante, para competir en el mercado, tienen que estar al día continuamente de todo el desarrollo tecnológico. Muchas cooperativas de trabajo asociado no dudan en invertir en la automatización de sus procesos de producción y prestación de servicios. Al mismo tiempo, hemos observado que las cooperativas de trabajo asociado cuyo objetivo principal es crear y mantener los puestos de trabajo de sus miembros han tratado de diversificar sus negocios con el fin de mantener los puestos de trabajo de sus trabajadores asociados en actividades nuevas o relacionadas con el sector.
En pocas palabras, es difícil decir que la automatización sería buena o mala, pero es un verdadero reto al que se enfrentan todas las cooperativas para encontrar sus propias soluciones.
¿Están las cooperativas mejor equipadas para hacer frente a estos desafíos?
No creo que, en general, las cooperativas estén mejor equipadas para hacer frente a estos desafíos. Los desafíos a nivel social afectan a todo tipo de organizaciones e individuos. Si alguien tuviera suficiente dinero para invertir en nuevas actividades y para desarrollar nuevos modelos de negocio, podríamos decir que estaría mejor preparado para pasar por estas situaciones de incertidumbre. Pero no siempre es el caso de las cooperativas.
Creo que la naturaleza misma de las cooperativas, que se basan en personas que tuvieron problemas, pero que también son capaces de encontrar soluciones apropiadas a partir de lo que tienen a mano, podría dar una ventaja diferenciada a las cooperativas en comparación con las empresas convencionales. Su sistema de gobierno democrático y su propiedad también podrían fortalecer esta naturaleza para dar soluciones más sólidas. Sin embargo, también significa que las cooperativas tendrían todas las desventajas que vienen de su naturaleza, por ejemplo, reacciones lentas hacia los impactos externos, actitudes conservadoras de los miembros existentes, falta de aventuras empresariales... A día de hoy, el verdadero desafío de las cooperativas sería cómo maximizar las ventajas dadas por su naturaleza para minimizar las desventajas, de manera que puedan tener éxito a la hora de demostrar la relevancia del modelo cooperativo para hacer frente a estos desafíos. También podrían tener éxito siguiendo modelos empresariales convencionales y abandonando su naturaleza. Sin embargo, ¿sería un verdadero éxito?
¿Qué cambios serían necesarios en términos de legislación cooperativa para asegurar que el sector reciba el apoyo necesario?
Uno de los puntos importantes que explican el éxito de las cooperativas en algunos países, como Italia, España y Francia, es que la legislación en materia de cooperativas obliga a la creación de un nivel suficiente de reservas indivisibles. Al acumular reservas indivisibles, las cooperativas pudieron ser más resilientes durante la crisis (para más detalles, lea aqui. Más allá de los resultados económicos, cabe destacar que las reservas indivisibles refuerzan el sentido de comunidad y de bien común en la cooperativa, que continuará incluso a lo largo de generaciones. En ese sentido, la cooperativa no sería considerada simplemente como una herramienta económica para maximizar el interés de los miembros, sino como un valioso activo social de su comunidad en general. Este reposicionamiento, que podría tener lugar no sólo en la mentalidad de los miembros sino también en los puntos de vista de otros interlocutores sociales, permitiría reconocer a las cooperativas como el bien común de su comunidad local. De este modo, la necesidad de apoyo por parte del Estado o de otros agentes estaría mejor justificada y se reforzaría en consecuencia.
