La lucha contra el cambio climático en África: dos estudios de casos en el ámbito cooperativo

18 Jun 2020

En los últimos años, la África subsahariana ha sufrido fenómenos climáticos extremos de manera más frecuente y de mayor intensidad. El aumento de la temperatura en la región ha provocado mayores sequías, olas de calor y un peor rendimiento de las cosechas. A su vez, las lluvias más abundantes durante la temporada de lluvias están destruyendo las cosechas y obligan a la población a desplazarse. El cambio climático tiene un impacto negativo en el rendimiento de las cosechas y pone en peligro la seguridad alimentaria en África, ya de por sí bastante debilitada.

Los siguientes ejemplos de Etiopía y Uganda muestran que las cooperativas prestan un gran interés a este asunto y desempeñan un papel fundamental en la protección de los medios de vida de la población y en la lucha contra el cambio climático.

ETIOPÍA

Los cambios en los fenómenos meteorológicos y la mayor virulencia de las plagas de insectos en los últimos años han afectado al cultivo de café de Oromía (Etiopía) y las cosechas son menos abundantes y de peor calidad. 

Con el objetivo de contribuir en la lucha contra el cambio climático y tomar medidas a largo plazo para proteger a los productores de café del país, la unión de cooperativas OCFCU (Oromia Coffee Farmer’s Cooperative Union) empezó a estudiar cómo mejorar la eficiencia y reducir el impacto medioambiental de manera paralela.

La producción de café genera emisiones de CO2, que podrían contribuir al cambio climático. A fin de disminuir la huella de carbono, la cooperativa –en colaboración con Fairtrade International–, inició un proyecto sobre eficiencia energética, en el marco del cual se distribuyeron fogones de cocina de bajo consumo energético a 20 000 hogares en la región. Esto permitió a los hogares que aún cocinan con carbón o leña para tostar a diario sus granos de café, seguir haciéndolo sin emitir gases tóxicos. 

La OCFCU también ha desarrollado un proyecto en colaboración con la red Women Engage for a Common Future (WECF), la ACI África y otras partes interesadas, que hace especial hincapié en la equidad de género y cuyo objetivo es fomentar el uso de tecnologías energéticas sostenibles y descentralizadas. El acceso a la energía y al agua potable a un precio aceptable sigue siendo un desafío importante para muchos de los habitantes de las áreas rurales, donde, al menos 22 millones de personas siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza en Etiopía.

Como parte del proyecto, los miembros de la OCFCU han recibido una formación para convertirse en embajadores en el ámbito energético y del agua en sus comunidades locales. Actualmente, estos embajadores tratan de concienciar a los miembros de sus cooperativas y comunidades acerca de la planificación, el funcionamiento, el mantenimiento y la venta de tecnologías energéticas.

Varias cooperativas de Oromía y de Awach también han implantado departamentos sobre la gestión del agua y de la energía, con el objetivo de crear una red energética local.

UGANDA

Algunas partes de Uganda se han visto afectadas por un aumento de las lluvias, lo cual ha obligado a determinadas poblaciones a enfrentarse a inundaciones y desprendimientos de tierra durante la temporada de lluvias. Este hecho se ha visto agravado por la rápida deforestación que está sufriendo el país, debido a la tala de árboles para la fabricación de combustible. Las fuertes lluvias también han provocado un aumento en el nivel del agua en los lagos de todo el país, especialmente en el lago Victoria, lo cual ha obligado a desplazarse a las poblaciones de los alrededores, que se dedicaban a la pesca y la agricultura. Esta es una gran amenaza para la seguridad alimentaria y tendrá un impacto negativo en el desarrollo social y económico de la zona.

A fin de reducir el impacto del cambio climático, la Uganda Cooperative Alliance (UCA) se ha asociado con la National Forestry Authority (NFA) para plantar más de 50 000 árboles al año, y contribuir así a compensar las emisiones de carbono y reducir la erosión de la tierra tras las fuertes lluvias. 

La UCA también ha colaborado con la NFA para aumentar la capacidad de respuesta de las cooperativas a través de formaciones sobre la práctica de la agrosilvicultura, cómo adaptar los suelos y el uso de tecnologías de conservación del agua; además, animan a los agricultores a utilizar tecnologías que permiten ahorrar energía.  

Las cooperativas de ahorro y crédito también están realizando esfuerzos para luchar contra el cambio climático mediante el establecimiento de partenariados con empresas del sector de la energía solar, a fin de proponer a sus miembros préstamos interesantes para el desarrollo de proyectos sobre energía fotovoltaica. Las cooperativas de suministro de energía también distribuyen hidroelectricidad procedente de la red nacional a la población rural, a fin de reducir la dependencia de la leña y el carbón como fuentes de energía en estas poblaciones.