
El pasado 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud, conmemorando el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Este mes nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 3), que aspira a garantizar vidas saludables y a promover el bienestar a todas las edades, pero que se enfrenta a importantes obstáculos.
Según la ONU, en los últimos 10 años se ha frenado el progreso en ámbitos como la mortalidad materna, la muerte prematura a causa de enfermedades no transmisibles y el acceso a la atención médica básica. Las desigualdades persisten, acentuadas ahora por la crisis climática. Para alcanzar las metas del ODS 3 para 2030, es necesario hacer inversiones y compromisos sustanciales, lo cual coloca a las cooperativas en una posición excepcional. Así lo demuestra el último informe político sobre los ODS de la ACI, que refleja el impacto de las cooperativas en el ámbito de la salud a través de datos y ejemplos de casos reales.
«Las cooperativas de salud se basan en los valores de la comunidad y en nuestro sentido de la identidad local, lo que nos permite adaptar la asistencia sanitaria a las necesidades concretas de cada comunidad», afirma el Dr. Carlos Zarco, presidente de la Organización Internacional de Cooperativas de Salud (IHCO), una organización sectorial de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). «Esta proximidad a las comunidades hace que las cooperativas sanitarias podamos llevar nuestros servicios a zonas marginadas y desatendidas, garantizando un acceso equitativo a la atención y a los medicamentos allí donde otros agentes públicos o privados podrían no llegar».
«Además, al funcionar bajo principios de participación y gobernanza democrática, el enfoque que promueven las cooperativas de salud está centrado en las personas, priorizando el bienestar de la gente y las comunidades por encima de los beneficios. De este modo, fortalecemos los sistemas sanitarios y contribuimos directamente a un modelo de salud más resistente, inclusivo y sostenible».
El Dr. Zarco considera que las cooperativas sanitarias contribuyen a construir un mundo mejor porque «crean comunidades más fuertes y sanas y preservan sus recursos financieros, humanos y de infraestructuras».
«Facilitamos la gestión colectiva de la atención sanitaria, fomentando un sentido de responsabilidad compartida y control local», añade. «Este enfoque mejora la situación sanitaria y favorece la estabilidad económica y la cohesión social».
«A mayor escala, las cooperativas de salud contribuyen a definir un nuevo paradigma de la atención sanitaria basado en la equidad y la democracia. Cuestionamos los sistemas convencionales basados en beneficios al demostrar que la atención sanitaria de calidad puede ser accesible y comunitaria. La fortaleza del movimiento cooperativo reside en su alcance mundial y en su adaptabilidad, y las cooperativas de salud marcan una gran diferencia tanto en las regiones desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo. Está sólidamente demostrado que las cooperativas de salud ya están generando un impacto positivo tangible para millones de personas en todo el mundo».
La IHCO considera que el Año Internacional de las Cooperativas 2025 es una oportunidad estratégica para poner de relieve el importante papel que desempeñan las cooperativas de salud en el impulso de la salud mundial y el bienestar social.
«Nuestra ambición es utilizar este acontecimiento para promover un mayor reconocimiento de las cooperativas de salud como aliadas estratégicas de las autoridades sanitarias y de los gobiernos», afirma el Dr. Zarco. «Estas cooperativas están contribuyendo a fortalecer los sistemas nacionales de salud de todo el mundo a través de asociaciones público-privadas eficaces, mejorando el acceso a la atención sanitaria, especialmente en zonas aisladas, y reforzando los principios de universalidad y sostenibilidad.
«Además, procuramos fortalecer las alianzas con entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas para garantizar que las cooperativas estén presentes en los debates sobre el futuro de la sanidad mundial. En última instancia, nuestra ambición es dar mayor visibilidad al movimiento cooperativo de salud como una herramienta eficaz para lograr la cobertura sanitaria universal».
«Sin salud, no hay nada. Si queremos tener éxito en otros ODS, primero hace falta tener salud».