Hanan El-Youssef y Simel Esim
En lo que parecía ser el primer día de la primavera en Nueva York, la 59ª Sesión de la Comisión de la ONU sobre el Estatuto de la Mujer (CSW o Beijing+20) estuvo marcada por una discusión sobre la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en la cual participaron personas de diferentes partes del planeta. Esta 59ª reunión de CSW marca el aniversario de la adopción de la Declaración y plataforma de Acción de 1995 de Beijing.
Alrededor de 9.000 participantes del mundo se reunieron para discutir el progreso alcanzado en las 12 áreas criticas descritas en la Declaración de Beijing de 1995. Las declaraciones y discusiones que se llevaron a cabo durante la conferencia subrayaron el progreso en áreas tales como la educación y la mortalidad maternal durante las últimas dos décadas y se estuvo de acuerdo en que el plan solo se ha cumplido parcialmente.
Para que se alcance un progreso verdadero se necesita tener un fuerte compromiso por parte del liderazgo para adelantar la acción hacia la igualdad. Las mujeres aún se enfrentan a un poder limitado de negociación y de toma de decisiones, ocupan trabajos mal pagados e infravalorados y tienen la responsabilidad de la mayoría de los trabajos de cuidado, además de enfrentarse a diferencias salariales de género y también a la violencia machista.
De hecho, algunos en el movimiento de las mujeres han expresado su decepción con la declaración de este año de CSW. Como se mencionó en un artículo en The Guardian, “El Comité para el Derecho de las Mujeres (Women’s Rights Caucus), que analiza las discusiones en la CSW, dijo que estaba preocupado con el hecho de que el lenguaje en la declaración había sido atenuado”.
Sin embargo, algún progreso se ha alcanzado. La agenda de la ONU post 2015 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible renueva el compromiso global para alcanzar la igualdad de género. Las cooperativas que se sientan con el sector privado y la sociedad civil juegan un papel significante.
Las empresas cooperativas apoyan la acción de elevar la barrera y empujar hacia medidas aún más ambiciosas para la equidad de las mujeres en el lugar de trabajo, el mercado, en el liderazgo y en la autonomía económica y autodeterminación. Un evento de interés durante los primeros días de CSW fue una sesión sobre el papel que las empresas cooperativas juegan en alcanzar igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Coorganizado por la Alianza Cooperativa Internacional y la Organización Internacional del trabajo, el evento reunió a 30 participantes de los movimientos cooperativos, de mujeres y sindicatos, así como a delegados de agencias de la ONU, estados miembros de la ONU (Mongolia) y representantes de organizaciones de la sociedad civil.
El evento estuvo inspirado por Dama Pauline Green, la primera mujer presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, que celebra su 120º aniversario este año. Además de los cambios positivos y concretos institucionales que Dama Pauline está construyendo durante su presidencia de la Alianza, está determinada a construir un legado de cambio social positivo, donde las cooperativas alcanzan su máximo potencial en el empoderamiento de las mujeres.
El evento fue construido en los resultados preliminares de un estudio comisionado por la Organización Internacional del trabajo y la Alianza Cooperativa internacional, que examina el papel que las cooperativas juegan en el empoderamiento de las mujeres y en alcanzar la igualdad de género. El estudio incluye las percepciones de los demandados así como entrevistas cualitativas en profundidad con líderes de empresas cooperativas, organizaciones de la sociedad civil y uniones laborales y sindicatos en el mundo.
La Dra. Lisa Schincariol, la investigadora principal, compartió los resultados preliminares del estudio, que representa el primer ejercicio global y multisectorial para examinar el papel que las cooperativas juegan en disminuir la brecha de género. Un 80% de los demandados dijeron que preferían el modelo cooperativo antes de otras formas de organizaciones como un vehículo para asegurar la igualdad de género. Y más de un 75% de los demandados sintieron que las cooperativas habían mejorado la cantidad y calidad de la participación de las mujeres en los últimos 20 años. Los resultados de la encuesta indican un aumento en el número de cooperativas propiedad de las mujeres o con miembros mujeres, especialmente en las cooperativas financieras y sociales en Europa y América del Norte. El progreso en el número y la calidad de la participación de las mujeres en las cooperativas y como propietarios de las cooperativas, es particularmente visible en los sectores agrícolas, de consumo y telar manual en el submundo.
El progreso y la mejora son visibles. Aún así, el sector cooperativo tiene un legado histórico en el empoderamiento de las mujeres que vuelve a sus raíces. Dama Pauline, con su energía inspiradora usual, le recordó la historia de Eliza Brierley, la primera mujer miembro de Rochdale Pioneers. Eliza se convirtió en un miembro hace dos años de la creación de la cooperativa en 1844. Como miembro ella beneficiaba de los mismos derechos que los hombres miembros en aquel tiempo y en un contexto en el cual las mujeres eran excluidas de la participación económica igualitaria en la sociedad. Dama Pauline recordó el legado de las cooperativas en el mundo y en varios sectores pioneros de la inclusión de las mujeres como miembros, propietarios y líderes de las empresas cooperativas.
Sin embargo, el análisis de la Dra. Schincariol también menciona los desafíos al empoderamiento de mujeres y señala áreas en las cuales se puede mejorar. Mientras los demandados piensan que las cooperativas son mejores que otras empresas cuando se trata de ofrecer oportunidades a las mujeres para el liderazgo, las empresas cooperativas en general no alcanzan su máximo potencial para representar la diversidad y equidad de mujeres en posiciones de liderazgo. La Dra. Schincariol propone que los valores y principios cooperativos, tales como la autodeterminación, la afiliación abierta, voluntaria y sin discriminación y la gobernabilidad democrática, fijan un ideal y estandarte tan alto que las expectativas no se pueden cumplir tan fácilmente. El punto de referencia cooperativo es tan alto que cualquier cosa sin una equidad integral no es suficiente, a pesar del hecho de que las cooperativas tienen mejores resultados que otros modelos empresariales cuando se trata de tener mujeres en posiciones de liderazgo – particularmente las mutuales cooperativos. Un estudio llevado a cabo por la Federación de Cooperativas y Mutuales de Seguros (ICMIF) presenta mayor información sobre los logros de las mujeres empresarias en el sector de seguros.
El estudio de la Alianza y la OIT también identifica algunas barreras para alcanzar mayores logros en la equidad de género y el empoderamiento de mujeres, incluso en las empresas cooperativas. Como era de esperar, la estructura legal puede facilitar o impedir el acceso de las mujeres a la propiedad de las empresas, el liderazgo y la autonomía económica. La reglamentación con respecto a la propiedad de la tierra, los títulos de propiedad, las leyes de herencia pueden frecuentemente restringir la habilidad y el acceso de las mujeres a la autonomía económica.
Vanessa Bransburg, directora de desarrollo cooperativo al Centro para Vida Familiar (Center for Family Life) en Brooklyn, Nueva York, compartió su experiencia en facilitar el desarrollo de ocho cooperativas de mujeres emigrantes en Brooklyn, una comunidad diversa y perjudicada donde un 20% de la población vive bajo el umbral de pobreza.
Valeria Esquivel de UNRISD mencionó que la asociación repetitiva de la flexibilidad en el lugar de trabajo con las mujeres es un prejudicio contra las mujeres y no representa un argumento significativo para un cambio real y substantivo – este argumento no es suficiente para descomponer modelos de discriminación sistemática y puede reforzarlos. Sarah Gammage de ONU Mujeres (UN Women) reiteró los comentarios de Esquivel, pidiendo un enfoque en la autonomía, la acción y el empoderamiento.
Una discusión dinámica se llevó a cabo entre los participantes de varias regiones y sectores. Dama Pauline subrayó la reciprocidad del impacto positivo: las mujeres dan poder a las cooperativas; las cooperativas dan poder a las mujeres. Y donde ciclos positivos de cambios se llevan a cabo, el impacto se siente en el contexto de la comunidad más amplia. Bransburg mencionó los beneficios de las cooperativas en Brooklyn: la confianza en si mismo crece y la depresión baja.
Ernestina Ochoa Lujan, una organizadora de trabajadores domésticos y vicepresidente de la Federación Internacional de Trabajadores Domésticos (International Domestic Workers Federation) expresó la necesidad para la diseminación de cooperativas de trabajadores domésticos como un modelo pionero que puede ser reproducido a lo largo del mundo. Simel Esim, la jefa de la unidad COOP de la Organización Internacional del Trabajo y moderadora para la sesión, subrayó la importancia de construir alianzas entre movimientos de mujeres, cooperativas y sindicatos.
Las estructuras administrativas y posiciones de liderazgo dominados por los hombres puede ser la norma en algunos contextos – hasta en algunas comunidades cooperativas – pero es tiempo de que estas redes consideren la fuerza de la diversidad y equidad. Estas estructuras excesivamente homogéneas deberían revisarse según los principios y valores cooperativos y asegurarse de que participan y determinan el futuro de la economía global cooperativa. Las cooperativas como Si Se Puede pueden parecer pequeñas y aún en desarrollo en edad y tamaño pero su cooperación es muy fuerte. Este poder puede ser más estimulado por una implementación vigorosa del sexto principio cooperativo: la cooperación entre las cooperativas.
Este estudio, y su lanzamiento en un evento secundario de CSW en Nueva York el 10 de marzo 2015, marca solo el comienzo de un compromiso cooperativo para alcanzar la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres. El estudio identifica áreas para continuar la investigación, reafirma las normas éticas de las cooperativas y señala áreas donde se necesita alcanzar un mayor progreso. Ofrece un desafío para la comunidad cooperativa global de reafirmar sus compromisos con la autodeterminación, la equidad y la justicia social. Queremos ver implementada esta iniciativa fascinante y esperamos continuar interaccionando más con los compañeros activistas, cooperantes, feministas, trabajadores y ciudadanos globales en promover el poder que las mujeres pueden traer a las cooperativas y desafiar las cooperativas para continuar dando poder a lar mujeres.
Para mayor información sobre el empoderamiento de las mujeres y las cooperativas, vea estos recursos y enlaces:
El estudio de ICMIF sobre las mujeres en el liderazgo en el sector de las cooperativas de seguros (en ingles)
Influenciar el ventaja cooperativo para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de mujeres (en ingles)
Los participantes representan una gran variedad de instituciones y regiones incluso, entre otros, Jamaica, Nepal, Trinidad y Tobago y:
-El Comité para la Promoción y el Avance de las Cooperativas (COPAC)
-Organizaciones de base operando juntos en Sisterhood Internacional (GROOTS):
Groots Trinidad y Tobago (Groots T&T)
Sistren theatre Collective (jamaica) de Groots International
-La Alianza Cooperativa Internacional
-La Federación Internacional de Trabajadores Domésticos (IDWF)
-La Organización Internacional del Trabajo (OIT)
-La Asociación de Trabajadores de Hogares de Jamaica (Jamaica Household Workers Association-JHWA)
-La Federación Nacional Cooperativa de Nepal
-La Asociación de Mujeres que trabajan por cuenta propia (SEWA)
-El Centro Cooperativo Sueco – We Effect
-Las mujeres en el empleo informal: globalizando y organizando (WIEGO)
-El Intercambio cultural Internacional de Mujeres (Women’s International Cross-Cultural Exchange ISIS-WICCE)
Foto: (de izquierda) Simel Esim, Savitri Singh, Xiomara Nuñez, María Eugenia Pérez Zea, Dame Pauline Green en la 59ª sesión, 10 de marzo, Nueva York