El sexto principio cooperativo (cooperación entre cooperativas) ofrece una ventaja excepcional, ya que permite a las cooperativas trabajar en proyectos conjuntos, reducir costes e intercambiar conocimientos.
Es el caso de National Co+operative Grocers (NCG), una cooperativa que ofrece servicios empresariales a cooperativas de alimentación minorista repartidas por todos los Estados Unidos.
NCG es una cooperativa de segundo nivel que realiza funciones de cooperativa de compras, aglutinando el volumen de sus 147 cooperativas de alimentación minorista para reducir costes y mejorar el acceso a cada cooperativa miembro.
La filosofía de NCG se basa en que «la unión hace la fuerza», y busca ofrecer la capacidad de una cadena al tiempo que mantiene la autonomía de cada una de las cooperativas. Además de actuar como una cooperativa de compras, NCG promueve un sistema sólido de apoyo entre sus cooperativas miembros, para que así sean más resistentes a los imprevistos individuales y del macromercado.
NCG también ofrece recursos formativos y educativos a través de su sistema virtual de enseñanza y de sus miles de activos de marca orientados al consumidor, que sirven para comercializar y promover las operaciones de sus miembros. También publica informes anuales donde explica las tendencias del sector y emite comunicados frecuentes para tener al público informado e implicado.
«Ser una cooperativa nos permite dar pasos de gigante. Por ejemplo, en nuestros 16 años de actividad, no hemos estado implicados en un solo pleito como consecuencia de nuestras prácticas. Además, nuestras 147 cooperativas miembros están dispuestas a garantizarse entre sí los pagos de las compras fundamentales y participan en nuestro sistema de autogestión para mitigar y gestionar ese riesgo», explica Karen Zimbelman, directora senior de Membresía y Relaciones Cooperativas.
NCG ofrece también asesoramiento legislativo y normativo para sus cooperativas miembros, y gestiona un sitio web y una amplia gama de material informativo orientado al consumidor. Lleva a cabo con regularidad estudios de mercado exhaustivos a nivel nacional en nombre de sus cooperativas miembros, con el objetivo de mantener la posición de su marca y su mensaje.
Las cooperativas pertenecen a las comunidades locales, y sus miembros son firmes defensores de la cooperación local como método de cambio positivo. En 2020, NCG donó colectivamente más de 7,3 millones de dólares a organizaciones locales.
Las cooperativas alimentarias también trabajan de forma individual para reducir su huella de carbono, y colaboran a través de NCG para disminuir el impacto medioambiental de su cadena de suministro.
«NCG ha avanzado tanto en estos 16 años gracias a que somos una cooperativa. Nuestros miembros son cooperativistas, por lo que entienden y valoran la idea de “el todo por la parte” y que “la suma es mayor que las partes”. Conocen bien el concepto de “la unión hace la fuerza” por su propia actividad», señala el director ejecutivo, C.E. Pugh.
Otra cooperativa que utiliza el poder de la intercooperación es la Cooperativa de Software Libre de Argentina, que cuenta con 20 miembros trabajadores. La cooperativa pertenece a la Federacion Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnologia Innovacion y Conocimiento (FACTTIC), a través de la cual se relaciona con otras cooperativas.
Esta cooperativa nació hace 15 años y se dedica al desarrollo de software para otras empresas cooperativas y organizaciones gubernamentales.
«Trabajamos exclusivamente con herramientas libres, y creemos que para cumplir el cuarto principio cooperativo de independencia y autonomía, el software libre es fundamental», afirma Leandro Monk, miembro de la Cooperativa de Software Libre.
Formar parte de FACTTIC tiene muchas ventajas, como poder trabajar junto a otras cooperativas en proyectos conjuntos. FACTTIC nació en 2010, y agrupa a las cooperativas de la industria de la tecnología, la innovación y el conocimiento (TIC). También promueve la creación de nuevas cooperativas, haciendo hincapié en el arraigo local y el desarrollo de diferentes competencias.
«Para nosotros, participar en FACTTIC y utilizar sus herramientas de integración ofrece muchas ventajas a todas las cooperativas implicadas. En primer lugar, nos facilita las herramientas necesarias para poder asumir nuevos proyectos sin necesidad de crecer precipitadamente. Por otro lado, nos permite limitar el riesgo de cada proyecto a la estructura de nuestras entidades. También hemos conseguido crear un entorno de negocio o de trabajo para los pequeños socios que se incorporan», defiende el Sr. Monk.
FACTTIC gestiona un Flujo Intercooperativo de Trabajo (FIT) que permite a sus miembros desarrollar proyectos intercooperativos, intercambiar conocimientos y ofrecer mejores servicios a sus clientes. De este modo, evitan también la subcontratación, dando preferencia a la colaboración con otras cooperativas.
«Fomentar la intercooperación es un deber del movimiento cooperativo. Uno no puede ser solidario si está solo», concluye el Sr. Monk.
Fotografía: NCG