Las cooperativas juegan un papel en ayudar en la lucha contra el trabajo de menores, que aún afecta a 168 millones de niños en el mundo. Según Simel Esim, la jefa de la unidad de cooperativas de la Organización Internacional del Trabajo, las cooperativas “pueden contribuir considerablemente a cambiar la situación”.
La economía cooperativa está valorado en 2.5 billones de dólares. Alrededor de un 32% de las 300 cooperativas más grandes del mundo están activas en el sector agrícola, lo que significa que tienen una parte grande del mercado. Al mismo tiempo, según la OIT, un 60% de los niños empleados en el mundo trabajan en la agricultura o las industrias relacionadas.
“Las cooperativas y sus asociaciones tienen una oportunidad concreta, de hecho una responsabilidad, para examinar sus cadenas de aprovisionamiento y garantizar que no estén contribuyendo inadvertidamente con el problema”, explicó Simel Esim.
Las cooperativas, que son administradas por sus miembros democráticamente, funcionan en conformidad con un número de valores y principios. La OIT subraya que su naturaleza distinta podría ayudar a hacer cambios en la manera en la cual el trabajo está organizado y distribuido. Estos son pasos importantes para ayudar a acabar con el trabajo de menores.
En Costa de Marfil una cooperativa de cacao – Cooperative Agricole Kavokiva du Haut Sassandra (CAKHS) – ha logrado un progreso importante en la lucha contra el empleo de menores. Con la asistencia de la OIT, el proyecto IPEC de África del Este, han prevenido o retirado 1.800 niños entre 5 y 17 años de empleo peligroso de menores, mientras proveyendo formación vocacional y educación básica.
Aún si la mayoría de las familias preferirían enviar sus niños a la escuela que a trabajar, no pueden permitirse hacerlo. Si se convierten en miembros de la cooperativas pueden recibir un precio justo por su cacao y tener acceso al mercado. Alrededor de 80 familias de productores de cacao pueden ahora cuidar de los niños que estaban en riesgo o que ya estaban trabajando.
La Alianza Cooperativa Internacional ha estado trabajando con El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT y con la unidad cooperativa para aumentar aún más el papel de las cooperativas en la lucha contra el empleo de menores. Un informe publicado en 2009, “Cooperar para salir del trabajo infantil”, ofrece dirección y destaca las buenas prácticas de las empresas cooperativas.
Simon Steyne, jefe de la unidad de Diálogo Social y Asociación de IPEC piensa que las cooperativas pueden dar poder a agricultores, que como miembros de la cooperativas conjuntamente tienen una voz más fuerte.
Dijo: “Una de las principales causas del trabajo infantil son los ingresos insuficientes e inseguros y una falta de protección social para las familias. Las cooperativas, en calidad de empresas de la economía solidaria, pueden ser importantes medios de distribución de la riqueza y de la extensión de la seguridad social básica”.
“Además, cuando faltan los servicios públicos que los niños necesitan, como la educación o la atención sanitaria, las cooperativas pueden ayudar a las comunidades a organizarse, contribuir a suministrar estos servicios, y tener una voz colectiva más fuerte cuando negocian con las autoridades públicas”, concluyó.
Foto: niña trabajando con ladrillos en Perú.