Por Dame Pauline Green
Las cooperativas tienen una identidad poderosa. Una identidad construida en los siete principios cooperativos que ningún departamento de responsabilidad social corporativa de empresas privadas puede contradecir.
Sin importar en qué sector se encuentran, sea educación, energía, la venta al pormenor, el sector bancario y de seguros, las cooperativas siempre son empresas que ponen a las personas en el centro de la toma de decisiones económicas y no en el deseo de maximizar sus ganancias.
Muchas personas piensan que las cooperativas solo tienen un enfoque social y ético con respecto a la empresa, pero tenemos algo más importante que esto. Es algo que incluye nuestra identidad – los siete principios que han sido probados y testados desde que los Pioneros de Rochdale han abierto una pequeña tienda en 1844: que nacimos como un movimiento para la gente.
Ahora es tiempo para que el sector asume sus responsabilidades representando a las empresas guiadas por valores y, aún más importante, mostrar a nuestros miembros y al público que hay otra manera de hacer negocios.
El año pasado en el Reino Unido, una investigación realizada por Co-operative News (Noticias Cooperativas) mostró que las cooperativas revendedoras invierten un 60% más de sus ganancias en las comunidades en comparación a los grandes revendedores (del sector privado) tales como Tesco, Sainsbury’s y Asda. Este ejemplo puede ser imitado en otras partes del mundo.
Un enfoque ético y una agenda social no son propiedad de las cooperativas pues muchas empresas con las cuales competimos se declaran propietarias de estos conceptos también, y es por eso que por muchos observadores informales todos nos parecemos en lo mismo, aunque si reúnes nuestro perfil social y ético con nuestros principios tiene algo muy diferente. Como la protectora de estos principios, la Alianza Cooperativa Internacional reconoce que necesitamos hacer más caso, frecuentemente y con mayor visibilidad.
En 2013, la Alianza ha lanzado el Plan para una Década Cooperativa. Una tema importante del Plan ha sido el asunto de la identidad cooperativa; la identidad es una parte de nuestra personalidad cooperativa, especialmente en un mundo donde los consumidores se sienten desconectados con los objetivos de corto plazo de las empresas privadas.
Las cooperativas son inherentemente locales – mejor conocidas entre las personas que sirven, pero ahora tenemos medidas para conectar las cooperativas del mundo – primero la marca COOP. De uso gratuito, este es un sello único de cooperación que todas las cooperativas deberían adoptar para diferenciarse de otros. Deseamos que se convierta en una de las marcas más conocidas en el mundo hasta el 2020 con usuarios en 100 países.
Otra parte de la identidad cooperativas es la utilización del dominio web .coop. Juntos, la marca y el .coop demuestran nuestra unidad en nuestros objetivos y proyectan nuestra identidad.
Estas son medidas simples que los cooperantes utilizan. Pero es la responsabilidad de los comunicadores de nuestro movimiento y de los comerciantes el asegurar que nuestro mensaje cooperativo sea real para las personas. Nuestros principios son una gran herramienta para obtener una ventaja en marketing y están listos para ser convertidos en mensajes reales vendibles.
Es importante que hagamos una fuerte declaración sobre quiénes somos porque solo entonces el público reconocerá y comprenderá la diferencia cooperativa.
¡Que nos sintamos orgullosos de quiénes somos!