Por Rodrigo Gouveia
Por primera vez en la historia de la Cumbre del G20, un representante de las cooperativas ha participado en el grupo empresarial de consulta a cargo de hacer recomendaciones para los líderes mundiales – el B20. El Dr. Andrew Crane, el director ejecutivo del CBH Group de Australia, un miembro de la Alianza, está representando el Movimiento Cooperativo en este importante grupo.
El significado de esta participación no debe estar subestimado. Las cooperativas pueden dar una visión diferente sobre los asuntos macro-económicos tales como el crecimiento, el empleo y la distribución de la riqueza. La cooperativas, que abogan por mayor diversidad en la economía, a través de la promoción de un modelo empresarial diferente, están enviando el mensaje de que una sociedad más equitativa, inclusiva, sostenible y resiliente es posible.
No se espera que, de repente, esto cambie dramáticamente la orientación de las políticas globales, que por muchos años han sido dominadas por un único modelo empresarial basado en la maximización de las ganancias como las grandes corporaciones multinacionales. Sin embargo, es un momento oportuno para las cooperativas porque los líderes mundiales empiezan a reconocer las desventajas de este enfoque, por ejemplo en lo que concierne a la desigualdad de ingresos. Por lo tanto, la contribución del Dr. Andrew Crane y otros líderes cooperantes que estuvieron presentes en el evento en Australia, tales como Dame Pauline Green, la presidenta de la Alianza y otros, están dando un primer paso hacia el aumento de la influencia del movimiento cooperativo en la esfera de la política global.
Independientemente de las conclusiones de la Cumbre del B20 y las recomendaciones que se harán para los líderes del G20, esto ya debe ser considerado como un resultado muy positivo para la estrategia de la Alianza de abogar por sus miembros y por el Movimiento Cooperativo.
Foto: mesa redonda, la Cumbre del B20, Australia
