Hace treinta años desde que el ministro italiano de Comercio e Industria, Giovanni Marcora, promulgó una ley que tenía como objetivo apoyar las adquisiciones de los trabajadores. La ley, que llegó a ser conocida como la Ley Marcora, ha ayudado a crear 257 nuevas empresas propiedad de los trabajadores, creando o salvando 9.300 empleos.
Casi todas estas empresas fueron creadas como cooperativas de trabajo, administradas en propiedad de los empleados. “La idea de la ley fue tomar en cuenta las múltiples formas en las cuales se pueden utilizar los subsidios de desempleo como una diversidad de recursos que podrían ser utilizados para extender la base de la producción e involucrar a los trabajadores desempleados en la producción a través de modelos cooperativos,” explica Camilo De Berardinis, director general de la Empresa de Financiamiento Cooperativo, una de las dos empresas financieras creadas bajo la Ley Marcora para apoyar las cooperativas de trabajo y sociales.
Un papel reciente publicado por el Instituto Europeo de Investigación sobre las empresas cooperativas y sociales (EURICSE) examina el impacto de la Ley Marcora en Italia.
Gianluca Salvatori, director ejecutivo de Euricse, dijo: “La Ley Marcora en Italia fue muy importante para facilitar las adquisiciones de los trabajadores, principalmente por proveer una estructura que permite colaboración entre todos los participantes en el proceso, y también facilitar esquemas de apoyo financiero que pueden ayudar estas empresas superar las condiciones económicas difíciles que enfrenten frecuentemente.
“La ley ha también facilitado el papel de las cooperativas en apoyar las adquisiciones de los trabajadores, a través del trabajo de estas federaciones nacionales y el papel importante de CFI, para coordinar y facilitar las adquisiciones de los trabajadores, y también actuar como inversionista institucional primario.”
Después de formar una cooperativa de trabajo, los empleados de la nueva cooperativa pueden comenzar la compra de una parte o toda la empresa a través de acciones. Todas las cooperativas italianas contribuyen un 3% de su ingreso anual a este fondo para ayudar a crear nuevas cooperativas. El estado también ha creado dos fondos para cooperativas de trabajo que ayudan a asegurar empleo en tiempos de crisis así como convertir las empresas en las cooperativas.
Las cooperativas industriales italianas también tienen una mejor tasa de supervivencia. Entre 2007 y 2013 la tasa de supervivencia de las empresas italianas fue un 48,30% (después de tres años de su creación), mientras las cooperativas creadas después de 2007 como resultado de las adquisiciones de trabajadores tenían una tasa de supervivencia de un 87.16%.
Foto: Giovanni Marcora
